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Para los directores de cine santandereanos (entrevista a Raúl Gutiérrez)

Hablamos con Raúl Gutiérrez, director de producciones audiovisuales. Ganó con su cortometraje “Mi primer amor” el concurso “Make It Short” (un concurso organizado por Antonio Banderas para apoyar nuevos talentos). Raúl está impulsando una generación de directores de cine nacidos en Santander a seguir mostrando su trabajo y continuar aportando al cine colombiano.

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¿Para qué hacer cine en Colombia?

Para expresarnos, para emocionarnos, para llorar y reír, pero también para contribuir con el crecimiento de una industria apasionante y naciente que ayuda a la construcción de la memoria de nuestro país.

¿Se puede estudiar cine en Colombia?

Claro que se puede estudiar acá, yo estudié en la UNAB en Bucaramanga, mi ciudad natal. Lo que pasa es que también estudié en París una maestría en La Sorbona, y el hecho de estudiar en otro país es una experiencia que sigue enriqueciendo el proceso de aprendizaje. Con esto no quiero restarle importancia al estudio del cine en Colombia pues hay muy buenas universidades cuyos estudiantes han logrado participar en festivales de cine internacionales.

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¿Cuáles son los obstáculos más frecuentes para hacer cine en Colombia?

El obstáculo más frecuente para hacer una película aquí y en cualquier lugar del mundo es la financiación. Pero todo depende siempre de la solidez de tu proyecto. Cuando no se tienen los medios ni la experiencia hay que aprender a ser recursivo y también hay que ser consciente de que siempre se está compitiendo contra los mejores del país. Entonces, o construyes un proyecto muy sólido que tenga como competir contra grandes directores y grandes empresas productoras, o buscas la manera de financiar tu película con socios, patrocinadores, inversionistas, etc., que crean en tu proyecto. O sino, te les pegas a los que saben para aprender de ellos y luego con bases más sólidas y un poco de experiencia ahí si te lanzas a hacer tu proyecto.

¿Alguna ventaja de hacer cine en Colombia?

Sí, en Colombia tenemos una gran ventaja y se llama FDC, Fondo para el Desarrollo Cinematográfico. Es un modelo tomado de otros países que busca la financiación de películas que no tienen cómo competir en el mercado con los grandes éxitos del cine comercial. Es muy importante la existencia de estos fondos y es una maravilla que en Colombia tengamos al FDC, pues esto nos permite conocer otras miradas y seguir conociendo a nuestro país a través de historias que difícilmente podrían ser contadas si no fuera por estos fondos.
Ahora bien, no solo existe el FDC, también existen otro tipo de convocatorias organizadas por las gobernaciones y alcaldías de diferentes ciudades y departamentos, donde se fomenta y estimula la producción de cine regional. Fuentes de financiación hay varias, lo que hay que hacer es buscarlas y presentarse con buenos proyectos.

¿y cine en Santander?

Sí se puede hacer cine en Santander y la película “Pariente” de Iván Gaona es una muestra de ello. De hecho, Iván ha venido haciendo un proyecto de cine regional en un pueblo al sur de Santander llamado Güepsa, donde ha realizado una serie de cortometrajes de alta factura técnica y artística que han participado en diferentes festivales internacionales.
Y así como Iván hay varios santandereanos que están haciendo la misma tarea en este momento. Tal vez hasta hoy se han visto muy pocos largometrajes hechos en Santander y debo decir que no todos nos enorgullecen, pero lo que sí puedo asegurar es que se está gestando una nueva generación de directores santandereanos que en algunos años nos sorprenderán con grandes películas.

¿Qué le hubiera gustado saber antes de empezar a estudiar cine o graduarse, que ahora ya sabe, y que le habría facilitado algunas cosas?

Inglés en un nivel cercano a la perfección. Y no lo digo en broma, a mis estudiantes de talleres de guión y realización que dicto ocasionalmente les insisto mucho en perfeccionar el inglés, especialmente ahora que se han estado abriendo puertas con producciones extranjeras que vienen a Colombia y que solicitan personal técnico y artístico que hablen inglés a la perfección. A mis estudiantes siempre les cuento anécdotas sobre amigos que han perdido oportunidades laborales valiosísimas en producciones extranjeras por el simple hecho de no hablar bien inglés.

¿Qué sería o cuál sería el equivalente del rock (o rockear) en el cine desde Latinoamérica?

Para mí “Rockear” desde el cine de Latinoamérica es contar nuestra cultura, nuestras ciudades y pueblos y los personajes que habitan en ellos. Personajes invisibles que sufren dramas reales que forman parte de nuestras familias y de las de nuestros amigos. Rockear es luchar por encontrar un estilo narrativo propio a partir de nuestra identidad.

¿Cuál es su greatest hit?

Tengo dos. Uno es el hecho de haber sido apadrinado por Antonio Banderas en uno de mis cortometrajes pues esto me abrió muchas puertas.
El otro fue el haberme roto el ligamento cruzado anterior jugando fútbol pues esto me obligó a trabajar en un proyecto de estudios con el que gané dos becas que me permitieron estudiar una maestría en Francia.

¿Cuál proyecto en el que está involucrado hoy es el que más lo emociona?

El proyecto que más me emociona en este momento y en el cual estoy vinculado se llama “Carmen”, un cortometraje que está en etapa de desarrollo y que pensamos rodar en Charalá, Santander.

¿Inspiración, suerte o talento?

Las tres. Solo hay que fijar el objetivo con convicción y pegarle al balón con el alma.

¿Para qué crear más?

En mi caso es simplemente una necesidad narrativa. Crear para mí es contar historias y es algo que se vuelve como un vicio pero de los buenos.

Un error que solo cometen los principiantes:

Ser mediocre y conformista.

Un error que cometen hasta los profesionales:

Confiarse y relajarse refugiándose en la experiencia. Al menor descuido se dan errores que pueden llevar a grandes pérdidas financieras para una película o para un producto audiovisual.

¿Para qué sí sirve un abogado en las artes?

Primero para enseñarle al artista a conocer sus derechos. Segundo, para proteger la obra del artista. Y tercero, para contribuir en la creación de leyes que ayuden una mejor organización de la industria y que favorezcan por igual a todos los participantes de esta industria.

Una frase en una película que sea oro en polvo:

La frase:
“Ernest Hemingway escribió una vez:
El mundo es un buen lugar y vale la pena luchar por él.
Yo solo estoy de acuerdo con la segunda parte”.
La frase la dice el Agente Somerset (Morgan Freeman) al final de la película “Seven”.

¿Un rockstar del cine en Colombia?

Ciro Guerra.