Max Martin es la definición del pop desde el año 2000; como compositor de hits, de los Backstreet Boys, Britney Spears, hasta Katy Perry, Ariana Grande, The Weeknd y Justin Timberlake, en la imposición del sonido sueco al pop americano, Max Martin reta todas las definiciones de composición a las que se adaptaba el derecho de autor.
A finales de los 90’s Max Martin era un DJ y productor, hacía canciones y había tenido exposición mundial con All That She Wants de Ace of Base. Los hits comenzaron con “I want it that way” de Backstreet Boys; pero de enumerar los hits este sería un texto distinto.
La forma de producción del pop cambió después del 2000. La técnica de música y letra que antecede a la producción fue reemplazada por una versión de composición más cercana al freestyle del hip-hop, lo que se conoce como track & hook.
Una cosa como “Ginza (Si necesitas reggaetton dale)“ de J. Balvin no sale de sentarse en un piano —tampoco debería—. Sale de encerrarse en un estudio de grabación con los beats armados, prender el micrófono, lanzar rimas e ideas, pegarle a un buen gancho y desde ahí construir la canción.