En las sociedades de gestión colectiva tienen un lugar de objetos perdidos. Le dicen la caja negra. Una cuenta que recibe todo el dinero que no se ha repartido. El dinero que nadie reclama… y que todo los artistas sueña que se los asignen a ellos.
Las sociedades de gestión colectiva son en principio administradores. Su principal función es cobrar y pagar a los titulares de contenido que otros explotan. Las sociedades de autores administran repertorio a nombre de los autores y cobran por ellos. Cada país tiene sus propias sociedades de gestión colectiva.
— Aquí un listado de las sociedades de gestión colectiva de Hispanoamérica —
En la música en particular cobran por cada vez que una composición suena en televisión, radio, en conciertos o lugares públicos.
Siempre representan un repertorio. Si el repertorio es representado por la sociedad de gestión colectiva en Colombia —Ej. Sayco— le cobran a los usuarios de ese contenido —emisoras, plataformas digitales, bares, empresarios de concierto— cada vez que utilizan música en su territorio.
¿Y si el repertorio que suena en Colombia lo representa otra sociedad de gestión colectiva diferente a Sayco (por ejemplo la Sociedad de Autores y compositores de México – SACM)? Sayco cobra por ese uso y luego (por un convenio entre ellos y la SACM) le transfieren el recaudo a ellos.
Eso en grandes brochazos, burdos y acelerados.
Pero hablemos de lo que cobran por el repertorio que no está representado por nadie.
Continuar leyendo “La caja negra o por qué sí necesitas una sociedad de gestión colectiva”